Amianto

amiantoEl amianto es un mineral que se utilizó mucho como materia prima para la construcción de diversos materiales durante la segunda mitad del S. XX.

Pero el amianto resulta ser muy peligroso para la salud de las personas que están expuestas a él, lo que llevó a prohibir su utilización: Desde el año 2002 está prohibido en España tanto el extraer amianto de las minas, como el utilizarlo en ningún proceso productivo.

A pesar de esta prohibición, a día de hoy sigue habiendo personas expuestas al amianto. En la actualidad hay materiales que contienen amianto instalados en multitud de lugares: en los elementos constructivos de edificios, en instalaciones industriales, en barcos…. y por lo tanto, muchos trabajadores pueden estar expuestos al amianto, por ejemplo: el personal encargado de los mantenimientos, de los desmantelamientos, de las demoliciones…

1 ¿QUÉ ES EL AMIANTO?

Se denomina amianto a un grupo de minerales fibrosos (compuestos mayoritariamente por silicatos), que se presentan de manera natural en las rocas. Existen minas de amianto en varias partes del mundo, algunas excavadas y otras a cielo abierto.

El término equivalente a amianto en la terminología anglosajona es asbestos. A veces se encuentra la denominación asbestos para referirse al amianto en documentos en lengua castellana. Ambos términos deben entenderse como sinónimos.

Hay seis tipos o variedades de amianto que se explotaron comercialmente. Los más importantes fueron tres:

• Crisotilo o amianto blanco
• Amosita o amianto marrón
• Crocidolita o amianto azul

Las otras variedades son antofilita, tremolita y actinolita. Éstas han tenido una utilización industrial mucho menor, siendo más frecuente encontrarlas como contaminantes de otros minerales, por ejemplo, en el talco.
La crocidolita y la amosita pertenecen el grupo mineral de los anfíboles, con fibras rectas y relativamente rígidas. El crisotilo pertenece al grupo mineral de las serpentinas y se caracteriza por sus fibras flexibles y rizadas.

El amianto es extremadamente durable y estable y tiene gran resistencia al calor. Algunas variedades son también muy resistentes a los ácidos. Además, debido a su forma fibrosa, el amianto puede ser hilado y tejido formando hilos y telas y utilizarse para refuerzo de cemento y plásticos.

2 ¿CÓMO SE COMPORTAN LAS FIBRAS DE AMIANTO?

Como norma general los materiales que contienen amianto liberan fibras cuando son manipulados, y más fibras liberarán cuanto más agresiva sea esta manipulación.

Las fibras de amianto tienen la propiedad de dividirse y subdividirse longitudinalmente en fibras cada vez más finas. Esta división es progresiva y prácticamente ininterrumpida. Las fibras de amianto más finas son sólo visibles al microscopio electrónico.

Las fibras liberadas se mantienen en suspensión durante un tiempo y luego se depositan en el suelo u otras superficies.

El movimiento de las personas y las corrientes de aire, hacen que las fibras sedimentadas se vuelvan a poner en suspensión. En estos movimientos se favorece la división y subdivisión de las fibras aumentando su concentración en el ambiente. Cuanto más finas son las fibras, más probable es que se mantengan en suspensión en el aire y que sean respiradas por las personas.

Las fibras más finas atraviesan todos los conductos del sistema respiratorio y alcanzan la parte más profunda del pulmón (alvéolos) donde quedan depositadas. Los macrófagos alveolares, que son las células que limpian el pulmón de cuerpos extraños, pueden eliminar las fibras cortas, pero las fibras largas resisten la acción de estos macrófagos y permanecen inalteradas dando lugar a que se inicien procesos fibrogénicos y cancerígenos.

3. ¿QUÉ EFECTOS TIENE PARA LA SALUD?

El peligro del amianto es respirar las fibras que lo componen.

Cuando una fibra es tan fina que alcanza la parte más profunda del pulmón (alvéolos pulmonares), se queda ahí depositada y ya no puede salir.

De acuerdo con el protocolo de vigilancia sanitario específica del amianto, existen varias teorías respecto al mecanismo de acción de las fibras de amianto:

• Química, por acción del ácido silícico o de los metales
• Mecánica, por efecto de la irritación de las partículas inhaladas
• Inmunitaria , que involucra la acción de globulinas heterólogas a nivel de los macrífagos alveolares o de los fibroplastos, o por la formación de anticuerpos autoinmunes como respuesta a la lisis de los fagotitos
• Genotóxica, produciendo incremento de mutaciones genéticas

Los efectos del amianto se manifiestan en enfermedades graves e incurables:

• Asbestosis
• Cáncer de pulmón
• Mesotelioma de pleura y peritoneo

El tiempo que tardan en manifestarse cualquiera de estas enfermedades puede ser muy largo desde que la persona empezó a estar expuesta al amianto. Se trata de enfermedades con largo periodo de latencia.

4. ¿DÓNDE EXISTE RIESGO POR AMIANTO?

Estas enfermedades graves e incurables que puede causar el amianto tienen como origen el respirar fibras de amianto. Así, las situaciones de riesgo de exposición a fibras de amianto son aquellas en las hay fibras de amianto en el aire.

Las situaciones de riesgo en la actualidad no se encuentran en los procesos de fabricación, como ocurría hace unas décadas, dado que el amianto está prohibido en toda la Unión Europea desde el 1 de enero del 2005. La mayor parte de los países europeos se adelantaron a esta prohibición, España entre ellos.

Para localizar las situaciones de riesgo, hay que tener en cuenta que existen importantes cantidades de amianto instalado. Y es que muchos materiales con amianto, utilizados en su momento para mejorar las condiciones de resistencia contra incendios, o como aislamiento térmico y acústico (entre otras aplicaciones), permanecen aún hoy en su lugar.

Son muchas las personas que pueden entrar en contacto con estos materiales y estar expuestos a fibras de amianto, y muchas veces sin saberlo.

En los trabajos de desamiantado, los trabajadores están evidentemente expuestos a fibras de amianto, por lo que la utilización correcta de las medidas de protección tiene gran importancia.

5. ¿QUÉ PERSONAS PUEDEN ESTAR EXPUESTAS A AMIANTO?

El riesgo que supone un material con amianto para las personas depende directamente de que se respiren sus fibras. Y si bien esto implica que un material con amianto puede suponer un riesgo, este riesgo aumenta enormemente cuando el material con amianto es manipulado por las personas.

Así, de forma general, las personas que pueden estar expuestas serán aquellas que participen en labores de:

• mantenimiento para cuya ejecución hay que intervenir directa o indirectamente sobre materiales con amianto.
• retirada de materiales con amianto.
• demolición de edificios en los que haya materiales con amianto instalados.

6. ¿EN QUÉ TIPO DE EDIFICIOS ES PROBABLE ENCONTRAR AMIANTO?

Es erróneo considerar a los edificios como edificios de mayor o menor riesgo, ya que lo que genera el riesgo para las personas es el tipo, situación, estado de conservación, composición, etc. de cada material con amianto.

Los edificios, instalaciones, etc. en los que es más probable que exista amianto son aquellos construidos o reformados entre los años 1950 y 1989, pues fueron aquellos los años en los que más se utilizaba el amianto como materia prima en la fabricación de otros materiales, y por tanto, es más probable que estos materiales con amianto resultantes se instalaran.

7. ¿DÓNDE PUEDE ESTAR EL AMIANTO DENTRO DE LOS EDIFICIOS?

El amianto ha sido utilizado en edificación muy profusamente y en diferentes tipos de materiales. No es posible reconocer a simple vista la presencia de amianto.

Las propiedades que tiene el amianto lo hicieron muy valioso en la industria durante el S. XX. Se utilizaba como materia prima para la elaboración de otros materiales, de forma que el material final tenía también las características del amianto. Pero estos materiales tienen una apariencia muy diversa, dependiendo de aquellos otros materiales con los que se mezclara (plásticos, yesos, resinas, cemento….).

Identificar los materiales con amianto que puede haber en un edificio requiere de la visita de personal cualificado a las instalaciones, y, en la mayoría de los casos, de la toma de muestras para su análisis en laboratorios especializados, pues no siempre el inspector es capaz de determinar si un material contiene o no amianto a simple vista.

Lugares donde en primer lugar deben buscarse la existencia de amianto en un edificio pueden ser:

• Sobre estructuras de acero, paredes de cemento y techos para protección contra incendios, en forma de flocado o pulverizado (proyección de amianto).
• En las coquillas y recubrimientos aislantes de tuberías y calderas.
• En los tableros aislantes utilizados en mamparas divisorias, puertas contrafuegos, paneles de techos, etc.
• En los productos de amianto-cemento comprimido en láminas onduladas.
• Masillas, sellantes, plásticos reforzados, papel aislante en equipos eléctricos, losetas vinílicas para suelos, telas asfálticas para tejados, etc.

8. ¿SON TODOS LOS PRODUCTOS IGUALMENTE PELIGROSOS?

Algunos materiales son más vulnerables al daño y es más probable que liberen polvo y fibras de amianto, que otros. En general, los materiales que contienen un alto porcentaje de amianto pueden ser dañados con mayor facilidad.

Se conocen como materiales friables a los materiales que se disgregan o se rompen fácilmente, sólo con ejercer fuerza o presión con las manos. Ejemplos de materiales friables son:

• Textiles de amianto
• Los flocados y otros recubrimientos de superficies
• Los calorifugados
• El cartón de amianto
• Los paneles aislantes

Hay otros materiales, que se denominan no friables, en los que el amianto está firmemente retenido y no es fácil que se liberen fibras como ocurre con:

• El fibrocemento
• Masillas
• Telas asfálticas
• Plásticos reforzados

Los materiales que suponen mayor nivel de riesgo son los materiales friables. Estos materiales deben ser controlados siempre para evitar el desprendimiento de fibras de amianto, mantenerlos en buen estado de conservación e impedir su deterioro.

Los materiales no friables también tienen que estar controlados cuando, como consecuencia de las operaciones que se realicen sobre los mismos, se rompan produciendo liberación de polvo. Este es el caso por ejemplo de las operaciones de corte en el mantenimiento de tuberías de conducción de agua.